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¿Cómo actúa la DHEA en nuestro cuerpo?
La dehidroepiandrosterona (DHEA) es una hormona de acción anabólica, producida por las glándulas adrenales o suprarrenales, a partir del colesterol. La DHEA es el precursor de una hormona llamada androstenediona, que a su vez es precursora de la testosterona y de otras hormonas sexuales femeninas. La DHEA es una hormona esteroide precursora casi directa de la testosterona y el estradiol, aunque en menor cantidad que otras hormonas. Pero la secreción de DHEA no es lineal durante la vida, como prácticamente todas las hormonas ligadas a la cuestión sexual. A lo largo de nuestra vida, la producción de cortisol es aumentada, a través de la glándula suprarrenal. De manera inversa, hormonas como la DHEA, la hormona del crecimiento y la melatonina disminuyen con el tiempo.
Beneficios de DHEA:
- Aumento de fuerza muscular
- Aumento de la síntesis proteica y de los mecanismos anabólicos
- Mejora de la función insulínica
- Reducción de enfermedades degenerativas como la osteoporosis
- Mejora de la líbido
Todo esto hace que la DHEA se vea como una “hormona de la juventud”. Lógicamente, estos beneficios se consiguen con dosis adecuadas y utilizada correctamente. De nada servirá utilizar suplementos que estimulen la producción de DHEA y esperar que los resultados caigan del cielo.
¿Qué dice la ciencia sobre la DHEA?
En un estudio de Rhoden (2004) fueron verificados los efectos de la suplementación de DHEA en ratas, bajos los efectos de la espermatogénesis. Se observaron aumentos poco significativos en ratas, después de un uso continuado durante 8 semanas. Por ello, el propio autor dice en su trabajo que el aumento de la producción de esperma puede estar influenciada por diversos factores y que serían necesarios nuevos efectos.
En un estudio de Siqueira Filho (2008), fueron evaluados los efectos de la DHEA sobre la regulación de los mecanismos que están asociados a la sarcopenia (pérdida considerable de masa muscular) en ratas. Este es un estudio mucho más específico que el anterior y sus resultados aportan efectos muchos más interesantes. En este estudio se utilizaron ratas más longevas, ya que el objetivo era verificar no solo los efectos de la DHEA sobre la sarcopenia, sino también sobre su infuencia sobre la insulina, importante hormona anabólica. Después de la utilización de DHEA durante 12 semanas, se observó un aumento en la utilización de insulina y, consecuentemente, una reducción de sarcopenia y obesidad.
En un estudio de Carvalho (2005) fueron examinados los efectos de la DHEA sobre la regulación en la utilización de insulina. También se usaron ratas en este estudio, y fue posible verificar una mejora en la secreción de insulina, tras un uso continuado de DHEA durante 16 semanas.
Seguramente te estés preguntando por qué citamos estudios realizados con ratas, pues bien, las razones son varias. De manera general, las ratas poseen un metabolismo muy parecido al nuestro, un hecho que hace que la ciencia las utilice como pruebas previas al ser humano. Además, los estudios que investigan cuestiones ligadas a las secreciones hormonales más profundas no son compatibles con estudios en humanos. Por ello, la gran mayoría de estos estudios son con ratas.
Pero existen estudios que confirman los efectos de la DHEA en humanos. Un estudio de 2002, que fue publicada en la revista Chinese Medical Journal, observó que después de un tratamiento de seis meses, 44 hombres que presentaban varios síntomas de osteoporosis, sufrieron un aumento significativo en su densidad ósea comparados con el grupo de control. Ya en otro estudio de 2003, que fue publicado en Archives of General Psychiatry, fue posible encontrar una reducción de los síntomas de ansiedad y depresión en personas que sufrían esquizofrenia, a través de terapias de aumento de los niveles de DHEA
La DHEA y la musculación:
Para quienes practican la musculación y busca mejorar sus resultados, la DHEA bien utilizada puede ser muy interesante. En primer lugar, por el hecho de que la DHEA es una pre-hormona de la testosterona, una de los principales hormonas anabólicas de nuestro cuerpo. Además, posee un gran efecto sobre la utilización de la insulina, facilitando una mayor síntesis proteica y utilizando las grasas como fuente de energía.
Los efectos a largo plazo no son claros, por tanto, es interesante usar la DHEA en ciclos. Además, como ya se ha citado al inicio del artículo, el uso de la DHEA debe realizarse siempre con autorización médica.
Efectos secundarios de DHEA:
Una mala utilización de la DHEA también puede crear efectos adversos, como:
- Aumento de los niveles de colesterol
- Disminución de la líbido (efecto rebote)
- Acné, fatiga e insomnio
- Dolores abdominales, pérdida de cabello, congestión nasal, aumento de los niveles de colesterol
- Ritmo cardíaco rápido o irregular y palpitaciones, pudiendo generar arritmia
El uso de DHEA junto con otros medicamentos debe realizarse bajo supervisión médica. Personas que siguen tratamientos contra el cáncer, IHV, colesterol, hormonales (estrógenos o testosterona), pastillas anticonceptivas, benzodiacepinas, corticosteroides e insulina no deben ingerir DHEA.
Por ello, siempre debe utilizarse DHEA bajo la supervisión de un médico, ya que no existe una indicación óptima de ingesta que no conlleve efectos adversos. Además, los métodos naturales para aumentar la DHEA y otras hormonas (dormir, actividad física y dieta equilibrada) son las mejores formas de mantenerse activo y saludable.
¿Cómo usar DHEA?
Es muy recomentable consultar con un médico antes de comenzar a usar DHEA, ya sea para hipertrofia, mejorar la líbido o como tratamiento anti-envejecimiento. Solo un profesional puede ser capaz de indicarle la dosis correcta. Cada producto posee la cantidad recomendada para tomar en su etiqueta.
Referencias
Rodhen, E.L. Efectos del uso crónico de DHEA sobre los niveles de testosterona y de la espermatogénesis. UFRGS (2004). Carvalho, C.R.O. La DHEA y su acción insulínica: regulación de la secreción de insulina, las etapas iniciales de la acción insulínica, del factor transcripcional pdk-1 y de la expresión de GLUT2 en islotes. USP (2007) Siqueira Filho, M. Músculo esquelético y envejecimento: Efectos de la DHEA sobre la sarcopenia en ratas. USP (2008)
NOTA: Los resultados pueden variar. La información y declaraciones hechas son para fines educativos y no tienen la intención de reemplazar el consejo de su médico. Las opiniones y consejos en este articulo no pretenden ser un sustituto del servicio médico convencional. Si tiene una condición médica grave o preocupación por su salud, consulte a su médico.